Y aquí estoy esperando una llamada, un mensaje algo que me haga saber de ti algo en lo que pueda sostener mi esperanza de que exista un nosotros. Sigo checando mi celular, cada minuto por si acaso se te ocurre hablarme, pero en el fondo, tal vez muy en el fondo sé que no lo harás. No sé porque sigo pensando en ti, porque hablo de ti, porque te sigo queriendo o porque te extraño. Hice una pausa y deje de escribir para ver si estabas “online” pero lamentablemente, y debo admitir que me dolió un poco, ya no lo estabas. Me lastima un poco mas pensar en ti, de hecho me lastima más de lo que debería. Soy  tan débil, tan pequeña, tan frágil cuando se trata de ti. Puedes cambiar mi animo en menos de un segundo y eso no debería de pasar, puedo perdonar lo que me haz hecho y todo lo que me haz lastimado si me lo pides por favor. Creo que sería capaz de hacer lo imposible, para no exagerar demasiado, creo que me podría darte una oportunidad y no me importaría que dicen los demás, si me llaman tonta o hablan a mis espaldas, no me importaría mucho porque sería completamente feliz estando contigo y sentir que eres mio. Tal vez deba dejar de pensarte pero cada cosa me recuerda a ti, estoy casi segura que nadie me había hecho sentir de la forma que tu me hiciste. Es que eres tan dulce, tan bueno y  tienes una delicadeza al besarme. Pero a la vez puedes ser todo lo contrario: manipulador, egoísta y llegas a actuar sin pensar, como si tu cerebro dejara de funcionar por unos momentos. Eres lo que mas me lastima, lo que me quiebra; lo que me controla y me deja sin habla. Pero a la vez puedes ser lo que me hace tan feliz, me emociona y altera todo mi cuerpo. Todo depende de ti. Nunca había llorado tantas veces, por diferentes razones, por una persona. Llore por las cosas  más alegres hasta las cosas mas dolorosas que jamás había podido imaginar. Te lo repito, tú controlas mi estado de ánimo, directa o indirectamente, con lo que dices, lo que hablas con los demás, lo que haces y admito que ese último es el que me lastima más. Haces cosas sínicas, no te tomas la molestia de pensar en mi o lastimarme con tus acciones.